El primer miércoles de mayo fue el día de la Salud Mental Materna, una fecha crucial para reconocer las complejidades y desafíos únicos que enfrentan las madres en su bienestar emocional y psicológico. Este día es una oportunidad para aumentar la conciencia sobre la importancia de abordar los aspectos mentales de la maternidad, desestigmatizar las condiciones relacionadas y promover el acceso a recursos y apoyo. Es vital comprender que la salud mental materna no solo afecta a las mujeres durante el embarazo o después del parto, sino que es una parte integral de su bienestar a lo largo de toda la maternidad.
En este contexto, es fundamental que las madres, sus familias y los profesionales de la salud reconozcan los signos de trastornos como la depresión y la ansiedad posparto y busquen apoyo de manera proactiva. La prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son claves para mejorar la calidad de vida de las madres y, por ende, de sus familias. Los blogs de psicología, como este, juegan un papel esencial al ofrecer un espacio seguro donde compartir experiencias, consejos y recursos útiles, fortaleciendo así una red de apoyo que pueda abordar estos temas tan importantes en la salud mental materna. Es importante recordar que la salud mental materna es muy importante y es algo de lo que se debe hablar y tener en cuenta todos los días.
El embarazo es un viaje emocional tan diverso como la vida misma. Desde la alegría hasta la incertidumbre, cada día puede traer consigo una marea de sentimientos que parecen fluir y cambiar como las olas en el mar. Para las futuras madres, este torbellino de emociones puede ser tanto emocionante como abrumador. Es natural que, durante el embarazo, una montaña rusa emocional se convierta en parte de la experiencia. La alegría y la anticipación son compañeras constantes, mientras que la ansiedad y el miedo pueden acechar en las sombras. La alegría de crear vida, de sentir los primeros movimientos del bebé, puede ser una fuente de pura dicha. Sin embargo, también es común experimentar momentos de duda y preocupación. La incertidumbre sobre el futuro, los cambios físicos y la responsabilidad de traer una nueva vida al mundo pueden pesar en la mente y el corazón de una madre en ciernes.
Recuerda, querida futura mamá, que no estás sola en este viaje. Y a medida que navegas por las aguas tumultuosas de la maternidad, confía en que tienes la fuerza y la capacidad para enfrentar cualquier desafío que se presente en tu camino.
En el núcleo de una familia fuerte y unida yace una comunicación efectiva. Esto implica escuchar activamente a los demás, mostrando empatía y comprensión. Al expresar emociones de manera asertiva y resolver conflictos de forma constructiva, se fortalecen los lazos familiares. Es crucial dedicar tiempo de calidad para conectar, ya sea a través de actividades compartidas o momentos de reflexión.
La lactancia materna es la forma natural de alimentar a tu bebé y brindarle la mejor nutrición posible durante sus primeros meses de vida. La leche materna contiene todos los nutrientes que tu bebé necesita para crecer y desarrollarse de forma saludable, además de anticuerpos que lo protegen de enfermedades.
He observado que la cultura de lo fácil y de la comodidad , por encima de la cultura del esfuerzo y de la constancia, ha hecho bien su trabajo, por desgracia. Hoy en día da la impresión de que todo se premia: se dan medallas en carreras sólo por participar, se alaba por igual un dibujo bien hecho y uno mal hecho, con la falsa creencia de que premiamos el esfuerzo «a medida». Al no querer herir la autoestima de los que requieren mejorar algo, hemos conseguido un mal peor. Hemos conseguido alimentar por una parte la idea que toda conducta merece una recompensa, desvirtuando el significado que tenían los premios y por otra, hemos ayudado a hinchar demasiado autoestimas que llegan a explotar a modo de tiranía ante la más pequeña frustración.
Seamos conscientes. No tengamos miedo ni escojamos la comodidad a la hora de corregir, en nuestros niños y jóvenes, lo que el sentido común nos indica que requiere mejora. A sancionar los fallos y premiar los méritos. De lo contrario no los estamos animando a comer y saborear el mundo sino a devorarlo y tragarlo con gula. 
1.- Ayudan al niñ@ a ejercer responsabilidades desde pequeño. Dar de comer, asear, dar un paseo, son actividades en los que pueden participar desde los 2-3 años, guiados por un adulto. Por el esfuerzo de esta tarea siempre obtendrán la mejor de las recompensas: una mascota feliz.
Psicología para familias 